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Taliana Vargas, más allá de la reina de belleza

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“Amo mi tiempo fuera de cámaras porque haciendo trabajo de campo para mi fundación crezco, y cuando reaparezco… soy otra”.

Mas aplomada y madura, así siente Taliana que comenzó el 2015. A pesar de la energía desbordante que le permite ser actriz, presidenta de una fundación, colaboradora en diversos proyectos sociales, embajadora de buena voluntad de la ONU, modelo y próximamente esposa, ya aprendió que cada acción tiene su momento.

“Ya no soy una niña”, dice con voz tranquila. Y Taliana siente que refleja esa afirmación en el equilibrio con el que hace que marche todo en su vida. En los últimos tiempos, por ejemplo, la mayor parte de sus días se van en los compromisos como presidenta de Casa en el árbol, el oficio que más inspira su alma.

De hecho, durante los dos años que esta fundación –localizada en Santa Marta-, ha cuidado a decenas de niños y madres, ella nunca delegó su cargo. Incluso, su sueño es que en diez años los frutos sean gigantes. “Tengo a 800 niños,  a un grupo de 110 mujeres graduadas en Estética y muchos sueños por cumplir. Pero esto implica un trabajo muy empresarial, y aunque empecé solo con el corazón, he ido creciendo como administradora.

La verdad –continúa-, es muy costoso darles educación y alimentación a todos estos niños; es un ‘tire y afloje’ muy interesante para recoger fondos, y esto ha consumido casi todo mi tiempo”.

LAS TAREAS DE TALIANA

Los resultados de sus esfuerzos son maravillosos. Aprovechando su trabajo como imagen de L’oreal, Taliana logró hacer una alianza con la marca para capacitar en Estética, y con los mejores profesores y recursos, a las madres de los niños que apadrina, quienes seguirán estudiando en el Sena para alcanzar grado de Técnicas, y además con excelentes posibilidades de montar su propio salón de belleza.

La idea era generar un impacto real en la vida de estas mujeres, a través del programa llamado Belleza por un futuro. Y los logros son alentadores para una de las zonas más marginas y azotadas por la violencia en Santa Marta.

Sin embargo, el trabajo filantrópico de la exvirreina universal  no se queda solo en su fundación. De la mano de Adriana Arboleda le da voz a Somos Pacífico, un proyecto cultural que se concentra en Cali y que le encantaría implementar a futuro en la Costa Caribe, aunque es consciente de que para ello se requiere una buena cantidad de fondos.

A propósito, nos invita a vincularnos al club de amigos de Somos Pacífico. “Solo tienen que entrar a la página somospacifico.com y aportar desde 20 mil pesos mensuales; así, un niño podrá educarse como debe ser. O si están en Cali y pueden dar clases de inglés u otras disciplinas, también son bienvenidos. Lo importante es entender que todos podemos aportar. Este centro cultural es un proyecto al que admiro y estoy de acuerdo con el objetivo que busca: a través de la música y el deporte, darles oportunidades a niños que verán los beneficios a lo largo de su vida”.

UN PRONTO RETORNO
Su afán por adelantar todos los procesos que requieren su presencia en la fundación se debe a dos sucesos: su próxima boda y un pronto regreso a los sets de grabación.  Como lo indica el gran diamante en su mano izquierda, después de dos años de relación, su novio Alejandro Éder le pidió matrimonio. Aunque se especulaba que habría boda en unos cuantos meses, Taliana nos cuenta que no han fijado fecha y que incluso podría ser para el 2016.

“Va lento lo de la boda, muy paso a paso, porque la verdad no tenemos prisa… ¡Ni siquiera hay fecha! Pero nos la soñamos muy pequeña, con los allegados y nada extravagante. Estamos organizando muchos asuntos antes, como la fundación, y además tengo unos festivales a los que asistir”.

Y claro, también está pendiente de varias propuestas para protagonizar series tan ambiciosas como Fugitivos, el último proyecto en el que actuó, y precisamente el comienzo de lo que ella considera es otra era en su carrera. “Vienen proposiciones muy buenas y agradezco a la vida poder elegir la que realmente quiero.

Nunca acepto un papel afanada ni por dinero, lo hago por convicción, porque es el personaje en el que me quiero sumergir el tiempo que me implique. Se trata también de coherencia; de esta manera el público siente un cariño bonito y real. Yo no causo controversia, soy alérgica a eso; los chismes, la vulgaridad, la ropa interior… todo eso crea una fama pasajera. El que me sigue es porque se identifica con mi estilo de vida tranquilo”.